Prácticamente desde su creación - y sobre todo a través de las ya mencionadas Jornadas Hispánicas - las juntas directivas de las asociaciones hispánicas de Bélgica y Holanda han mantenido intensos contactos. En reuniones anuales los representantes de las juntas directivas discutían las actividades de las asociaciones en el año anterior, los propósitos para el año siguiente e ideas útiles para la vida de la asociación. En una reunión en la primavera de 1974, las juntas directivas de las asociaciones hispánicas de Holanda y Bélgica (la asociación de Luxemburgo todavía no se había creado), formularon su deseo de dar una voz más potente con cara al exterior. Querían unirse más y estrechar los lazos entre sí en una entidad de carácter permanente : de este modo decidieron crear la “Unión de Asociaciones Ibéricas e Iberoamericanas”. Hasta 1981 sólo con las asociaciones de Holanda y Bélgica. A partir de 1981 se incorporó la Asociación Cultural Hispano-Americana (ACHILA) de Luxemburgo, así que a partir de 1981 el nombre de la nueva entidad sería : la Unión de Asociaciones Ibéricas e Iberoamericanas del Benelux.
Según el artículo 3 de los estatutos, el objetivo principal de la Unión es realizar la cooperación de las asociaciones afiliadas en el dominio de la promoción de la cultura ibérica e iberoamericana con énfasis en la lengua española y en las culturas de España e Iberoamérica. Se extiende esta cooperación a la organización de Jornadas Hispánicas y el intercambio de conferenciantes y artistas, buscando la posibilidad de organizar giras con el fin de ofrecer nuevas oportunidades a las asociaciones afiliadas y reducir los gastos. Para ello, la Unión dispone de dos instrumentos: por un lado la Asamblea General, y por otro el Consejo de la Unión. La Asamblea General está constituida por los representantes de las asociaciones hispánicas que integran la Unión. En la Asamblea General anual se intercambia la "Memoria de actividades", se discuten y se aprueban las actividades de la Unión y se fija el presupuesto. La Asamblea elige democráticamente cada tres años un nuevo Consejo de la Unión. Las Asambleas Generales las organizan cada año, por turno, una asociación socia de la Unión, en una ciudad del Benelux. El Consejo de la Unión lo constituyen el presidente, dos vicepresidentes, el secretario y el tesorero. El actual presidente es un belga (Paul van den Broeck), de modo que los dos vicepresidentes son un holandés (Hans Coreen) y un luxemburgués (Franco Perroni). La secretaría (Anneke Houben-De Jongh) se encuentra en la ciudad de Mierlo (Eindhoven) en Holanda. El Comisario de Cuentas (Jan Post) se encarga del control de las cifras. Las funciones del Consejo consisten básicamente en realizar la cooperación entre las asociaciones afiliadas, proponer actividades, dar la mayor publicidad posible a la Unión, representar a la Unión, establecer y mantener contactos con organizaciones nacionales e internacionales interesadas en la cultura hispánica e iberoamericana, y buscar fondos para actividades comunes por aportaciones de entidades, etc. En este sentido existen colaboraciones y vínculos estrechos entre la Unión y los Institutos Cervantes de Bruselas y Utrecht, las Consejerías de Cultura y Educación de las Embajadas de España en el Benelux, la Fundación Duques de Soria, la Fundación Academia Europea de Yuste, etc.. |